#5, versión b). Entrevista con el robot.

El amigo Guillermo Casterán estuvo mirando La agenda del desarrollo y se le ocurrió que las ideas que acá volcamos pueden presentarse de una manera más coloquial y accesible. Tomó el último post sobre el populismo, y le pidió a ChatGPT que lo traduzca en forma de entrevista a Maximo Merchensky. Con ligeros cambios, he aquí el resultado:

ChatGPT: ¿Cuál dirías que es el problema de fondo en la economía argentina?

Maximo Merchensky GPT: La falta de inversión, sin dudas. Suelo decirlo y noto que mucha gente se sorprende. “¿Cómo que la inversión? El problema es la inflación, el dólar, los impuestos altos, la pobreza…”. Y sí, claro, todo eso es un problema, pero son como los síntomas de una enfermedad. El fondo del problema es la falta de inversión en la economía argentina.

ChatGPT: ¿Por qué decís que la inversión es tan central?

Maximo Merchensky GPT: Porque invertir es lo que hace que la economía crezca y se vuelva más productiva. Cuando un país invierte, logra mejorar sus capacidades productivas y mantenerse competitivo frente a otras economías. No se trata de “tener dinero” sin más; se trata de que, en lugar de gastar todo lo que producimos, una buena parte se destine a mejorar nuestras industrias, nuestra tecnología, nuestras capacidades. Eso es lo que permite que a la larga podamos producir más y mejor.

ChatGPT: ¿Y cómo llegamos a esta situación en la que falta tanta inversión?

Maximo Merchensky GPT: La historia económica de Argentina es un vaivén entre políticas económicas que podríamos llamar “estatistas”, en las que el Estado interviene fuerte, y políticas “liberales”, más de mercado. En los enfoques estatistas, por ejemplo, la prioridad suele ser “reducir la pobreza” y aumentar los ingresos rápidamente. Así que se da ayuda directa y se aumenta el consumo, financiado muchas veces con emisión de dinero. ¿El resultado? Subida de precios, o sea, inflación. En cambio, cuando el enfoque es “bajar la inflación”, las políticas suelen restringir el gasto público, se suben las tasas de interés y se saca dinero de circulación. Pero en ambos casos, casi nadie mira el problema de fondo: que necesitamos inversión sostenida para ser realmente productivos y competitivos.

ChatGPT: ¿No hubo intentos de encarar esta falta de inversión?

Maximo Merchensky GPT: Sí, claro. Un buen ejemplo fue en la época del desarrollismo, en los años 60. Durante ese período, el Estado promovió una serie de políticas para capitalizar la economía, como la inversión en infraestructura y el apoyo a la industria nacional, y fijó reglas claras para que el sector privado también invierta masivamente. La idea era hacer a Argentina más competitiva. Pero este enfoque no logró sostenerse en el tiempo y, desde entonces, hemos vuelto a la dinámica de políticas de corto plazo que no terminan de atacar el problema de fondo.

ChatGPT: Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Por dónde empezamos?

Maximo Merchensky GPT: Lo que hay que hacer es capitalizar la economía, invertir en mejorar nuestra capacidad productiva. Y eso no pasa de un día para el otro, ni se hace solo. Es necesario un compromiso político real y políticas consistentes que incentiven y faciliten tanto el ahorro y la inversión privada como la inversión pública. Si no damos ese salto, vamos a seguir atrapados en este ciclo de políticas de emergencia que, en el mejor de los casos, solo nos mantienen a flote, pero no nos dejan avanzar.

ChatGPT: ¿A qué te referís con “políticas de emergencia”?

Maximo Merchensky GPT: A estas medidas cortoplacistas, como financiar el consumo a través de subsidios o controlar los precios de manera artificial para calmar la inflación de momento. Eso puede ser efectivo a corto plazo, pero no capitaliza la economía ni ayuda a hacerla más productiva. A la larga, sin inversión y sin mejoras en la tecnología y la infraestructura, no hay manera de mejorar la situación de fondo.

ChatGPT: Entonces, ¿dirías que Argentina está atrapada en un círculo vicioso?

Maximo Merchensky GPT: Sí, exactamente. Cada vez que nos enfocamos solo en mejorar el consumo inmediato o en “bajar la inflación” sin un plan de inversión y desarrollo en serio, que se sostenga en el mediano y largo plazo, postergamos la verdadera solución. Hasta que no se priorice una economía más productiva y competitiva, vamos a seguir en este círculo que no nos permite avanzar de verdad.